sábado, 19 de abril de 2014

Famosos de la TV.

Pues como buen ateo/doblemoralista/católico que soy decidí celebrar la muerte de JesúsCristo, clavado en la Cruz por los pecados de todos nosotros, yéndome a la ciudad de las Nagas, cerquita de mas Vegas. Y si usted, señor lector, ha salido de su colonia y ha viajado sabrá que en las Vegas no hay nada qué hacer, más que comer, luego entonces, bajo esta lógica, hay mucho que hacer.

La verdad nunca he sido fan de la TV, la considero aburrida y repetitiva, y de las pocas emisiones que logaran tener mi atención por más de tres minutos es el famosísimo programa de "Cake Boss" ( para nuestros amigos del CCH, Cake es pastel y Boss es Jefe, en su coloquial forma de comunicación, el equivalente a la doña de los tamales de la parada el camión) en el cual un gabacho que se cree italiano hace pasteles en formas exóticas y de variedad variada. 

Es así como en esta pueblo carretonero se abrió una sucursal en el hotel que intenta, de manera bastante chacal, replicar las calles Venecianas. Así que una "Carlo's Bake Shop" se encuentra abierta a su gusto.


He se confesar que el Mercado de San Juan en 24 de diciembre está más vacío que este local; cola parecida a la de las tortillas en viernes santo y una aglomeración que colma la paciencia de todos, pero pos ya estaba ahí, y quería ver si cómo roncan, duermen.

De la amplísima selección, decidí escoger algo clásico, Cannoli, con chispas de chocolate de un lado y pistache del otro. ¡Pero qué pedaaazo de cielo! Desde el ricotta sin tanta azúcar, hasta la pasta frita, el combo chocolate/pistache hace que agradezca que JesúsCristo haya decidido regalarme unos días libres para que yo continúe pecando con tremendos patrocinadores de la Diabetes tipo 2.


Si alguna vez decide venir a este pequeño local, le recomiendo tener paciencia querido lector, que el oro al final del arcoíris hará que todo valga la pena, eso sí, despues de un caos y una cola más grande que la de J.Lo. 

lunes, 17 de marzo de 2014

Costa Azul y un Coco viajero.

A veces es necesario despejar el panorama habitual, cambiar, aunque sea por unos días, lo cotidiano de la rutina de la ciudad, esto es, vagoneros del Metro vendiendo a 10 pesos (le vale 10, ¡llévelo!) los mejores éxitos en inglés y en español, 30 chicles o 3 rastrillos para lucir higiénico y presentable; mentadas de abuela y pintadas de cremas al intentar cruzar Dr. Vértiz y Dr. Río de la Loza. 

Dentro de este concepto, y armándome de valor decidí pasar unos días en las hermosas playas de Nacapulco (sí, se puso un N de manera intencional), Guerrero. Estado lleno de sicarios y grupos de autodefensas, playas conocidas por ser hogar del patrono supremo de todo Mirrey (o sea Luis Mirrey), y la verdad, que sabiéndo buscarle bien, se come bastante, bastante bien. 

Lo que le voy a compartir señor lector, es un secreto mejor guardado que la fórmula secreta de la Coca-Cola o la locación exacta del CEO de Oceanografía (para nuestros amigos del CCH CEO es el mero mero de una empresa), la mejor cocina nunca se va a encontrar en lugres ostentosos ni lujosos, sino en pequeños locales donde todo se hace a mano y con cuidado y dedicación.


Justamente a 267 metros del Palacio Mirreynal (o sea el Baby O') hay una persona, cuyo negocio es el de hacer helado de coco desde hace más de 40 años, y si usted se puso una fiesta de vendedor de tomates de la Central de Abastos (como pudiera ser común en Acapulco) y despierta después de las 12 del día (consecuencia lógica e inminente después de parreandear duro) es un hecho de que NO VA A ENCONTRAR ESTE HELADO DE COCO.

Dicho artesano culinario llega a la esquina de Juan Sebastián Elcano y James Cook en la Colonia Costa Azul exactamente a las 10:00 am, y para las 12:30 ya no hay helado de coco, ni raspándole a las paredes. El helado es hecho con ingredientes 100% naturales, y el resultado es MA RA VI LLO SO, de textura suave, sabor intenso y bastante ligero, así que si usted señor lector algún día se da el enorme placer de ir a comer este heladito, sin problema alguno le entrará un litro, y seguro pedirá otro para llevar, y otro para la carretera. 

Hay cosas tan sencillas en la vida, como lo es pagar 15 pesos por un helado de coco, 100 por el litro, y son las cosas sencillas las que hacen que todo momento sea extraordinario. 

D.D.

  




martes, 11 de marzo de 2014

Coco con "Picante" y Gansito Congelado.

Para poder brillar en sociedad es necesario ser muy inteligente o muy tarado y tener un copetote marca "Silla del Águila"; y pues en mi caso, creo que brillé, aunque sea por un segundito, en mi sociedad.

Viéndome sumergido en una crisis existencial por cuestiones de "mujeres y traiciones", quise encontrar mi debido punto medio poniendo a trabajar a sobre marcha, a mi ya súper evolucionado páncreas, y sabiendo las circunstancias que siempre anteceden a la misma situación, tuve la ENORME idea de marcar a La Burguesa y pedirles que me guardaran un poco del famosísimo Helado de Gansito para la cena, y cual jefe de grupo de autodefensas les dije que de lo contrario iban a tener que cooperar con una lana para la comunidad, o sea, o me guardaban Helado de Gansito o la cosa se iba a poner color de hormiga.

Antes de pasar a los helados, es necesario hacer mención honorífica a una Hamburguesa de Camarón con tocino (lo siento compañeros judíos, este producto no cumple con los requisitos Kosher) que estaba de miedo mortal. 

Pero usted lee este blog por todo aquello que engorda bien rico y bien sabroso. Además del hermoso Helado de Gansito, tuve el turbo enorme placer nivel Diosito en Vigilia de probar el Helado de Coco, Peanut-butter con Plátano (para nuestros amigos del CCH, Peanut-Butter es "Crema de Maní") y Nutella.

Pues el Helado de Gansito, qué le digo señor lector, si Jebús-Christian fuera comida, sería este helado, cercano a la perfección bien mucho perfecta, el verdadero sabor al Gansito se encuentra aquí, cuidadito, recién sacadito del refrigerador, gloria pura y ave maría purísima, no hay cosa más MA-RA-VI-LLO-SA que esto, y no, no exagero. 

 

Pasando al Helado de Coco; ¡ándale chatito!, como si estuviera escuchando a Rigo Tovar y Su Costa Azul en cada bocado, ( "Tuvimos un Sirenito justo al año de casados" ) dicha obra de arte me hace recordar que en el mar la vida es más sabrosa; de textura ligera y sabor intenso, con Coco Rallado pa'que amarre sabroso.



Pero si usted creía que mi depresión sólo se iba a curar con dos helados, pues piense otra vez, nunca nadie ha sido infeliz mientras come Nutella, nunca, es imposible, es como intentar estar de malas mientras se está disfrazado de Batman, NO SE PUEDE, y pues comer Nutella en helado hace todo doblemente divertido, así como ver a una ex-novia gorda con un novio gordo y feo, placer al doble. 

Y para que no hubiera dudas de que mi Riopan no fuera a funcionar antes de dormir, terminé la noche con un Helado de Peanut-butter con Plátano (gente del CCH, ver "de favor amigos, mas que nada" la aclaración en el párrafo anterior). ¡Tremenda marranada! ¡Tremenda y sabrosa marranada! Aunque sólo me tocó una embarrada, fue suficiente para hacerme saber, de una vez por todas que en La Burguesa se hacen los mejores helados de toda la ciudad. ¡Los mejores les digo!

Si no han ido a Cozumel 67 en la Colonia Roma, en serio que no han vivido, no hay mal que con helado no se cure. 

Gracias una vez más a la gente de La Burguesa que, como todas las veces, son capaces de hacer de algo tan pequeño, como lo es una bola de helado, algo tan mágnifico y significativo, como lo es escuchar a Rigo Tovar o recordar nunca tratar como Gansito congelado a quien los trata como Gansito aplastado y asoleado.

¡Gracias totales!


D.D. 


miércoles, 12 de febrero de 2014

El punto G(alleta)

A veces pienso; ¿qué es un amigo? Entonces me digo: "Amigo es alguien con el que se comparte la última galleta".
Así de sencillo, un verdadero amigo es aquél que comparte su galleta, sin más rodeos ni discursos al mero estilo del Peje, en donde se cantinflea más que el mismo Cantinflas.

Y usted podrá y deberá preguntarse; ¿dónde puedo compartir una galleta con alguien? La respuesta es, sin lugar a dudas, BARRACUDA, así como la canción de Heart (Sell me sell you, o en región cuatro, véndeteme mamacita) o el legendario auto cero milla', cero kilómetro' de Plymouth, este American Dinner ubicado en Nuevo León, casi esquina con Sonora en la Colonia Condesa es un lugar digno para compartir la última galleta del tarro.

Como si uno se hubiera subido al DeLorean con McFly y hubiera regresado a los años cincuentas gracias al Capacitador de Flujo, este coquetísimo lugar ofrece lo que todo emprendedor culinario necesita, hamburguesas, malteadas y postres sencillos pero muy, muy sabrosos.

Empecemos por lo importante, las malteas son demasiado, DEMASIADO, buenas, especitas, sabrosas y con sabor a Quincena en la cuesta de enero, éstas harán de su noche un momento sagrado.

Pero usted lee este Blog atendiendo al postre, y tiene usted toda la razón, es menester hablar del postre. La combinación de cosas sencillas, pocos elementos bien puestos pueden lograr cosas inimaginables, en este caso dos galletas de chispas de chocolates hechas en casa, una bola de helado de vainilla y Syrup de Hershey's, así de fácil.

  
Cuando pensé que mis niveles de insulina habían decaído debido a las malteadas de menta con chocolate y frambuesas, mi páncreas me hizo el paro y decidió echarse un último jalón "por los cuates". Aplausos por él, ya que dada esta tremenda y deliciosa marranada, MUY deliciosa marranada, corría el riesgo de ser víctima de la "diabetis" tipo 2, gracias a la Fuerza, no pasó.

¿¡Qué les puedo decir!? ¿Está rico? - Sí, bien muchito. ¿Me hará engordar? - Sí, bien muchito. ¿Vale la pena? Sí, bien muchito. ¿A qué sabe? Pos a qué cree usted, a gloria pura; no puedes equivocarte con un helado y galletas de chispas de chocolate, no se puede.

Y sí, yo les doy esta última galleta a ustedes.

D.D. 


P.S. Par de tórtolos, ustedes dos rockean. 


 

lunes, 27 de enero de 2014

Francamente "chabocho"

No hay nada más que demuestre que uno pertenece a una clase social "pipiris nais" que ir a cenar en domingo. Cuando la típica familia mexicana se encuentra en casa viendo algún programa en el Canal de las Estrellas, como aquél en el que explotan a menores de edad color lenteja o en donde el Buki la hace de "maistro" de canto; yo decidí dejarme sorprender e ir a un lugar de pizzas, pizzas argentinas.

¡Ámonos! ¿Pizzas Argentinas? ¡Órale! Al parecer esto de la crisis económica Argentina tuvo sus ecos en mi estómago. Pero pizzas Argentinas, mi primera idea fue que iba a ser como un TacoBell, ya saben, algo raro que no es particularmente mexicano. ¡Púmbale el error en el que estaba!

Pizza Franca, pequeñísimo lugar en la esquina de Mérida y Álvaro Obregón me dejó sorpendido, hacen las cosas mucho muy bien, desde una carta muy amena hasta una mesera que te atiende con gusto y amabilidad.

Pero usted bien sabe a lo que voy, evidentemente me reservé un cachito de estómago vacío para llenarlo con lo que hubiera de postre, y pues sólo hay de una, tárta de pera.

¿¡Tárta de Pera!? La hermana aguada de la Manzana es plasmada de una manera totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados ( el clásico chamaco con el babero escurrido y tres cuartos de la fruta regada por todas partes).

¡Pós órale! ¡Le entro! Y vaya que estaba sabroso. Evidentemente es hecho en casa, se nota desde la textura de la masa, que con un toque de almendra, azúcay y harina, batida con MUCHOS huevos (💪) hacen una cosa verdaderamente sublime, y al final le echan peras que presumo están en almíbar, para pasar al horno. 


La verdad la pasé y comí rebien, Pizza Franca, de esos lugares hipsters que, por su tártara de pera y sus pizzas argentinas vale la pena ir acompañado de una bella doncella, o con amigos, o con su pescadito, o con Rigo Tovar y su bella sirena, o en este caso con un tango de Carlos Gardel. 









martes, 21 de enero de 2014

Helado de "saiote"

Durante muchos años mi señora madre me ha dicho que no siempre se puede tener lo que uno quiere; ¡y qué razón tiene! El día de hoy me vi decidido, cerré los ojos y me dije a mí mismo: "Mí mismo, hoy es un excelente día para ir por un helado de gansito"

¿¡Helado de Gansito!? - Sí, leyó usted bien, el amado (y gracias a la "Reforma Fiscal") y caro pastelito, tradición mexicana desde hace ya varios años ha encontrado una nueva forma de expresión en La Burguesa, restaurante ubicado en Cozumel 67, en la Colonia Roma. 

Decidido a darme un pequeño (o sea, bien grandote) pecadito por mi esfuerzo Godínez emprendí el placentero viaje después de mi jornada laboral al restaurante antes mencionado. Llegando me encontré con una imagen conocida, gente amable que te atiende con gusto y una carta digna de ovación, pero yo no me ando con jueguitos, yo NECESITABA mi helado de Gansito. 

Lo primero que hice al poner un pie en el lugar fue hacer una muy necesaria pregunta - ¿Hay helado de Gansito?, a lo cual me contestaron que "se les había termindo", no sé si recuerden aquél amor de secundaria, aquella persona que les rompió el corazón por primera vez, pues eso mismo sentí al escuchar esas palabras. "Se les había terminado", eso mismo había dicho el Jefe Delegacional de Iztapalacra haciendo referencia al suministro de agua, pero bueno, como diría el Príncipe "Ya lo pasado, pasado"

Bañado en llanto y con pensamientos suicidas me hicieron saber que tenían helado de Galletas María, y pos ya qué, es lo que hay.


Siento honestos me sorprendió, desde la textura, pasando por el sabor, color y aroma, en efecto, sabe a Galleta María con un toque de Almendra, haciéndome recordar mis días infantes, donde mi lunch ( o lunche en algúnos CCHs, bueno, en todos ) eran precisamente unas Galletas Marías, y sobrevivir el Bully del recreo era una hazaña casi imposible, amplísimamente recomendable y según me comentaron  "éste (el de Galletas María) engorda menos que el otro (el de Gansito)", a lo cual pensé que si hubiera querido no engordar no hubiera ido por helado en la cena...✊

Tristemente no encontré mi helado de Gansito, viéndome en la necesidad de tener que volver en un futuro próximo por él. 


Una vez más, un aplauso enorme a la gente de La Burguesa, que han hecho de un pequeño lugar, un verdadero lugar para disfrutar de un rato, sea solo o en compañía. ¡Muchas felicidades! 

@LaBurguesa_ 



Alfonso.

  

domingo, 19 de enero de 2014

¿Por qué los postres?

 - Por qué los postres se preguntará usted. Por qué abrir un blog en el cual se rinde honor, tributo y respeto a una parte tan importante de la cocina.

Siendo realistas, pues porque es el momento esperado de toda comida, a veces los platos principales suelen ser mero trámite para llegar a la parte dulce de la comida, siendo bien sabido que aquél que no guste y disfrute de un buen postre suele no tener alma y las llamas del infierno lo esperan para hacer arder su carne por la completa eternidad (¡por lo menos!), aquella parte de la comida que sin importar el estado de ánimo en el que uno se encuentre siempre será capaz de pintar una sonrisa en cualquier gesto amargo y mejorar las cosas, aunque sea por un bocado, o dos, o tres, o bueno, los que sean; ¡pos entre más, mejor!

Desde pequeño he sido de diente dulce, gracias a la evolución y selección natural mi páncreas ha sido lo suficientemente adaptado para producir la suficiente cantidad de insulina para mantenerme alejado de un coma diabético; haciendo que en mi vida haya una búsqueda constante por el epítome gastronómico repostero, conocido por los antiguos maestros como "El Dulce Elixir", mismo que traerá paz a la humanidad, crecimiento económico sustentable y el engrose de la clase media. (La neta no, pero sí hará que una tarde resulte perfecta en compañía de sus vicios favoritos).

¡Recuerden que no hay mal que con un pedazo de pastel no pueda ser arreglado!


DulceDiabetes.